Calamaro confiesa no recordar haber compuesto ni grabado "El Salmón"
- Satavisky
- 3 dic 2019
- 2 Min. de lectura

"Me encontré en el living de la casa de un amigo y estaba sonando la canción. 'Qué buen tema -le dije- ¿de quién es?'". Su consumo de estupefacientes por esos años era ciertamente desenfrenado: "Consumía drogas para olvidar y lo conseguí", bromea. ¿Olvidar qué?, preguntamos. Dudó, se recostó sobre su sillón con la mirada abstraída y luego, entre dos chupadas de mate, nos contestó: "Olvidar al olvido, a la certeza de que seremos olvidados". Sorpresivamente el cantautor nos ordenó que escribamos una lista de palabras que rimaran con "olvidados" mientras se sentaba al piano y comenzaba a componer una melodía. Antes que llegásemos a anotar nada ya estaba cantando: "Olvidar al olvido/olvidar que seremos olvidados/mirarnos el ombligo/y cortar nuestros propios candados...". Luego de ejecutar eso que pensamos era una simple improvisación que se extendió por unos diez minutos se paró y mirando hacia un rincón lejano de la sala gritó: "¿Lo tenés?" Recién en ese momento descubrimos que al final de la sala había una consola detrás de un vidrio y sentado en ella estaba un operador. El operador levantó el pulgar y Andrés volvió al sillón junto a nosotros. "Pasa que estoy grabando un disco", se disculpó.
Poco observadores para ser periodistas, recién en este punto nos percatamos que estábamos dentro de un estudio -algo casero- de grabación. "¿No se dieron cuenta ni al ver los instrumentos, ni los micrófonos, ni las paredes acustizadas?", nos increpó Andrés cuando le expusimos, no sin sonrojarnos, nuestra torpeza. "En la casa de los artistas uno encuentra de todo -nos defendimos-, cambiando de tema: ¿por qué no hay mujeres en tu banda? "Las mujeres están en mis canciones, si también estuvieran tocando instrumentos la cosa se pondría demasiado redundante. No me parece mal que un conjunto de rock esté conformado por un grupete de amigos". La respuesta, algo pedante, nos molestó un poco. "¿Estás diciendo que las mujeres no sirven para hacer música, que solo sirven para inspirarla?", lo importunamos. "No, no dije eso... no me preguntaste por las mujeres y su relación con la música en general, sino por mi banda ". Astuto, intentó evadir el tema, pero insistimos: "¿Te gusta acostarte con mujeres?". "Sí, claro que sí", afirmó, algo incómodo. "Te gusta acostarte con ellas pero no que toquen en tu banda...". "Tampoco me gusta acostarme con mis amigos", intentó hacerse el gracioso, pero la misoginia que se respiraba en el aire era insoportable. En ese momento resolvimos dar por terminada la entrevista. Lo que iba a ser una nota de tapa terminó siendo este triste anexo en nuestra sección: "Artistas cuyas obras debemos ignorar y fingir inexistentes".
Comments