El Fraude de Guadalupe Batallán

Muchos conocerán a esta jovencita que ocasionalmente es invitada a programas de tv para participar en debates sobre la legalización del aborto y la recordarán como “la chica de anteojitos que le cierra sistemáticamente el upite a cuanta abortera se le ponga en frente”, sin embargo, una reciente investigación ha dilucidado el vergonzoso fraude que estaría llevando a cabo. Esta señorita, que ostenta su riguroso cumplimiento de todos los cánones de la belleza y una actitud impertérrita cuasi budista, no sería portadora del brillante cerebro que todos imaginamos sino que, simplemente, estaría haciendo uso de la tecnología para obtener toda la información que escupe compulsivamente durante sus coloquios. El truco está en sus lentes, que no son lentes comunes y corrientes como la joven hipócrita nos ha hecho creer, sino que son lentes de realidad aumentada en los que googlea descaradamente leyes, fechas, nombres, números y todo tipo de datos que le sirven para dinamitar los ya de por sí endebles argumentos con los que la atacan. Además, estos lentes también estarían equipados con un poderoso algoritmo capaz de procesar las palabras con un simple filtro de razonamiento lógico que le permitirían poner en ridículo a su interlocutor sin tener ni siquiera que molestarse en pensar por sí misma. Según dijo una persona de su entorno que no quiso darse a conocer: “Guadalupe es una chica común y silvestre, no es la genia que todos piensan. En la facu empezó a aprobar las materias desde que empezó a usar los lentes, antes era un desastre. Y con respecto a su belleza, es obvio que en la televisión los maquilladores profesionales sacan agua de las piedras”. Yo no sé cómo esta chica puede dormir por las noches, cómo puede lidiar con su conciencia sabiendo que engaña a miles de personas. Quizá le haya pedido consejos -o somníferos- a las que luchan diariamente por legalizar el asesinato de bebés y que duermen a pata ancha con sus pañuelos verdes y mugrientos colgados en el respaldar de la cama. Lo cierto es que creímos estar ante una chica genial y hermosa, pero se trataba simplemente de un algoritmo, conexión a internet y maquillaje.